La tecnología siempre ha sido la gran aliada del ser humano para permitirnos vivir de una manera más cómoda, consumir de una forma más eficaz y ahora también responsable, pueto que hemos de entender que vivimos en un sistema de energías finitas, y que hay que apoyar la evolución y expansión de las energías renovables como única alternativa real a este progreso que estamos llevando a cabo. En el último siglo y medio, el ser humano ha esquilmado como nunca las materias primas del planeta, acelerando de manera evidente un cambio de sistema que amenaza con hundirnos de aquí a unas pocas décadas si no reaccionamos. Existen energías alternativas mucho más ecológicas y menos contaminantes, como la solar o la eólica, y en muchos lugares ya se trabaja con ellas. Y sin embargo, parece que todavía hay ciertas dudas sobre su eficiencia o eficacia.

El sector de la energía es un mundo bastante oscuro, lleno de oligopolios, grandes imperios que mantienen el control de la energía que nos llega a casa, y que pueden utilizar ese control para imponer precios evidentemente abusivos que uno tiene que pagar le guste o no, lo que está provocando grandes tragedias incluso, en esos hogares que no se pueden permitir poner la calefacción en invierno, por ejemplo. Cada vez son más los que apuestan por las energías limpias, como la solar, a través de la instalación de paneles en sus terrazas y tejados, como una alternativa más eficiente y también más barata. Los trámites burocráticos, que parecen estar puestos a propósito para frenar esas alternativas, echan para atrás en muchas ocasiones a esos particulares, que tienen que enfrentarse no solo a un gran desembolso inicial que luego recuperarán, sino también a mucho jaleo para la instalación de las placas.

Licencias de obra en el autoconsumo

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Hasta hace unos años, el autoconsumo en España estaba “penado” a través de un canon que se conoció como Impuesto al Sol, y que fue la vergüenza del país durante el breve periodo en el que estuvo activo. A través de este canon se gravaba la colocación de placas solares para autoconsumo particular, haciéndolas más caras, como para quitarles de la cabeza la idea a aquellos que querían llevarla a cabo. El Impuesto al Sol fue retirado porque era absolutamente absurdo en un país como el nuestro, que podía aprovecharse muchísimo de esta tecnología. Sin embargo, siguen existiendo muchos trámites a llevar a cabo para la colocación de estas placas en los domicilios particulares o en los bloques comunitarios.

Además del desembolso que se debe hacer para su compra y su instalación, que no es precisamente pequeño pero que se amortiza en unos años gracias a no depender de la energía eléctrica, la instalación de estas placas fotovoltaicas requiere siempre un permiso de obra, una licencia que debe ser tramitada a través del Ayuntamiento de nuestro municipio o ciudad, y que por desgracia puede tardar más de ocho meses en gestionarse. Ocho meses esperando una solicitud burocrática para poner algunos paneles solares en nuestro propio tejado. Evidentemente, esa espera hace que muchos usuarios no vean con buenos ojos este proceso, así que buscan otras alternativas, dejando atrás a veces su deseo de poner placas solares solo por no tener que esperar.

¿Existen alternativas a la licencia de obra?

Hay que concretar, para ser exactos, que en España existen ya algunas comunidades autónomas que han tenido el buen criterio de eliminar ese trámite burocrático y que actualmente no piden licencia de obra para la colocación de estas placas, ya que al fin y al cabo no se trata de ninguna construcción que vayamos a hacer en la terraza o el tejado. Regiones como Andalucía, Cataluña o Baleares apuntan así a un mayor beneficio para todos aquellos usuarios que quieran disponer de esas placas en sus viviendas para el autoconsumo, así como dan un empujón al sector de las energías renovables, que está en plena alza, y que debería ser mucho más importante delo que es actualmente en un país como el nuestro.

Pero, ¿u si vivimos en una comunidad que todavía no ha eliminado ese trámite burocrático? Actualmente tendremos que pasar por el aro, pero a esas regiones no les costaría absolutamente nada tomar ejemplo de las que ya han dado el paso y han cambiado de parecer. En Andalucía, por ejemplo, ya no hay necesidad de pedir la licencia de obra, aunque sí que hay que hacer otro trámite, mucho más sencillo y rápido, claro está. Se ha cambiado ese método por el de una Declaración de Responsabilidad, o en algunos casos, una Comunicación Previa. Es decir, un aviso al ayuntamiento de turno para explicar que queremos poner placas en nuestro tejado para autoconsumo. Seguirán teniendo controlados a todos los que hayan tomado esa decisión, pero al menos ya no retrasarán tanto la colocación de esas placas.

El funcionamiento de los paneles solares

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Desde hace varias décadas, la tecnología fotovoltaica se ha convertido en una de las mejores alternativas en cuanto a energías renovables se refiere, especialmente en un país como el nuestro donde hay tantas horas de sol al año, perfecto para este tipo de sistemas. La mayoría de placas que se colocan para el autoconsumo son pequeños paneles de dos por uno aproximadamente, que cuentan con un montón de pequeñas placas fotovoltaicas, encargadas de convertir la luz que les llega en electricidad a través de un ingenioso sistema de refracción. Esa energía permite ser usada en una vivienda común para cubrir total o parcialmente el consumo energético. Muchas de estas placas cuentan, además, con un “depósito energético” en el que se guarda parte del sobrante de esa energía que se crea, para cuando haya días más nublados y con menos sol.

¿Una buena opción para tu vivienda?

Muchos se han planteado el colocar este tipo de sistemas en sus azoteas, terrazas o tejados, pensando que pueden ser una buena alterantiva para no depender energéticamente del sistema imperante en la actualidad, ahorrar dinero con nuestro propio autoconsumo, etc… Muchos las han colocado y están encantados con ella por el buen trabajo que realizan. Otros se han quedado algo menos entusiasmados, ya que no eran tan eficientes como parecía. Debemos buscar unas buenas placas, lo suficientemente grandes como para que nos den la energía que necesitamos. La ubicación también es importantísima, la de las propias placas, estando bien orientadas para aprovechar al máximo las horas de sol, y también la de nuestra vivienda, ya que no es lo mismo colocarlas en Andalucía, con miles de horas de sol al año, que en Galicia, donde no se aprovecharía de la misma forma.